Hay que diferenciar los vehículos eléctricos dependiendo del nivel de electrificación que tengan. En la actualidad podemos distinguir cinco tipos de vehículos eléctricos:
1. Vehículo Eléctrico de Baterías o Batery Electric Vehicles (BEV).
Este tipo de vehículos, y dentro de los que se encuentra nuestra gama Maxus, son los puros eléctricos, puesto que toda la energía dedicada al movimiento procede íntegramente de la electricidad almacenada en sus baterías. Suelen llevar un sistema de recuperación de energía mediante frenadas y desaceleraciones, que mediante los sistemas electrónicos pueden cargar de energía las baterías del vehículo, aunque la mayoría de las recargas por estos dispositivos suelen ser insuficientes para cargar la batería total o parcialmente. Para hacer una recarga completa de la batería debe de enchufarse a un punto de recarga.
Este vehículo está catalogado con el distintivo ambiental de 0 emisiones, que conlleva múltiples beneficios a la hora de acceder a los centros de grandes ciudades con zona de baja emisiones y a otros beneficios como los de estacionamiento.
2. Vehículo Eléctrico de Pila de Hidrógeno o Fuel Cell Electric Vehicle (FCEV).
Este vehículo no dispone de una batería recargable, sino una pila de combustible, normalmente de hidrógeno, de donde se obtiene la energía para mover el vehículo
La ventaja más importante del hidrógeno es que puede almacenarse por largos periodos de tiempo y transportarse fácilmente sin que pierda las propiedades necesarias para realizar esta reacción química.
El FCEV también recibe el distintivo ambiental de 0 emisiones.
3. Vehículo Eléctrico de Autonomía Extendida o Extended-Range Electric Vehicles (EREV).
Este tipo de vehículo dispone de un motor de combustión, que normalmente suele ser de gasolina y uno o varios motores eléctricos. La peculiaridad de este vehículo es que el motor de combustión no es utilizado para generar tracción en las ruedas, sino que es utilizado como generador eléctrico para recargar la batería, que, a su vez, es la que se encarga de suministrar energía a los motores eléctricos que generan tracción a las ruedas.
En lo que respecta a la autonomía, la disponible antes de que tenga que acudir al motor de combustión, suele ser menor que la de los eléctricos puros.
El EREV también recibe el distintivo ambiental de 0 emisiones siempre que tengan una autonomía puramente eléctrica mayor a 40 kilómetros.
4. Vehículo Híbrido Enchufable o Plug-in Hybrid Electric Vehicle (PHEV).
Este tipo de vehículo cuenta con un motor de combustión, en la mayoría de los casos suele ser un motor de gasolina, acompañado de uno o varios motores eléctricos. Se denomina híbrido porque ambos motores son capaces de mover el vehículo por sí mismo, solos o combinados. Al motor eléctrico se le suministra la electricidad por medio de una batería, que normalmente suele ser de poca capacidad, con una autonomía que no suele ser superior a los cincuenta kilómetros. Esta batería puede recargarse a través de la red eléctrica.
Se consideran con la categoría de 0 emisiones siempre que tengan una autonomía puramente eléctrica mayor a 40 kilómetros.
5. Vehículo Híbrido No Enchufable o Hybrid Electric Vehicle (HEV).
Este tipo de vehículo presenta un sistema muy parecido al de los híbridos enchufables, con la diferencia de que la batería que tiene este tipo de vehículo, tiene una capacidad bastante reducida para alimentar al motor eléctrico y solo es posible recargar con los sistemas de frenada, desaceleraciones y por supuesto con el uso del motor de combustión.
Tienen una autonomía eléctrica muy reducida, normalmente no suele ser más de un kilómetro, siendo perfecto para el ahorro de combustible en vía urbana. En este caso, cuentan con distintivo ambiental de ECO.
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